Cuando hablamos de ropa de
trabajo no podemos referirnos únicamente a la apariencia de la
misma, también es necesario hacer mención al factor de seguridad y comodidad
que ésta debe ofrecer para que los empleados desempeñen sus labores diarios.
Existen miles de leyes nacionales e internacionales que exigen a las empresas
que inviertan en ropa de trabajo de calidad, principalmente cuando nos estamos
refiriendo a la ropa
de seguridad.
Podemos entender como ropa de seguridad a todas las prendas de
vestir que sustituyen o cubren a la ropa personal, brindando una protección
especial contra posibles riesgos como lesiones del cuerpo o exposición a
sustancias químicas o biológicas que atenten contra la salud de los
trabajadores.
Para evitar ser sancionadas, las empresas atienden a este requisito y obligan a
sus empleados a protegerse con este tipo de uniforme
de seguridad, reduciéndose así el riesgo de que sufran un accidente
laboral.
No podemos generalizar al pensar que existe un único tipo de uniforme para todas las empresas. Existe tal variedad de uniformes de seguridad como existen actividades distintas por hacer, sin embargo, y pese a las diferencias, todas las empresas deben regir sus vestimentas con determinadas normas de seguridad, las cuales fueron previamente establecidas por los expertos en riesgos laborales. Estos lineamientos determinan también la forma en la que el empleado debe llevar y cuidar el uniforme.
De lo anterior es de lo cual hablaremos a continuación.
Características de la ropa de seguridad en el trabajo
Una vez que hemos decidido adquirir ropa de seguridad, la norma principal a tener en cuenta es que debemos elegir la vestimenta idónea para su mejor protección.
Para saber cual es la correcta, primero será necesario determinar cuál es la actividad que realizan nuestros empleados y seguidamente, identificar la clase de riesgo al que se ven expuestos, a partir de lo anterior elegiremos el tipo de ropa que cubra todas sus necesidades.
Queda estrictamente prohibido que las empresas o los mismos empleados reemplacen su ropa de seguridad por una indumentaria similar, pero que en términos técnicos no aporte ninguna protección y/o apoyo.
Tipos de ropa
Dentro de la ropa industrial podemos encontrar lo siguiente:
– El pantalón de mezclilla: Es una prenda básica en seguridad, ya que al tener una tela gruesa protege al empleado del trabajo rudo, cubriendo la piel tanto de raspones como de quemaduras químicas o físicas.
– Los overoles industriales: Brindan comodidad y proporcionan una seguridad mayor a la de los pantalones, ya que evitan que los accidentes se den por una prenda de vestir que no venía adecuadamente al empleado.
– Las playeras: De estas prendas se recomienda que tengan la amplitud necesaria para ajustarse bien a los cuerpos que las portan, que sean de materiales resistentes y colores oscuros para que las manchas y accidentes sean menos evidentes.
– Las botas de seguridad: Deben ser de goma gruesa y con protección adicional en la punta del zapato para proteger los dedos de objetos medianamente pesados que puedan desprenderse y caer sobre los pies de los empleados.
– El casco de seguridad: El uso del casco es indispensable en una obra o fábrica donde exista un riesgo de que algún objeto se desprenda y caiga sobre la cabeza del empleado. El no usarlo puede traer severas consecuencias no solamente físicas, sino legales.
La ropa de trabajo es totalmente distinta si en el área de trabajo se manipulen sustancias tóxicas. Ahí se requiere:
Trajes completos: Son trajes de cuerpo entero confeccionados con materiales especiales que no se desgastan al entrar en contacto con substancias químicas.
Mascaras: Son un elemento de seguridad indispensable en estas situaciones, ya que evitan que se respire directamente el aire que pueda estar contaminado.
En las áreas de trabajo donde se realiza la generación de electricidad, la ropa de seguridad es casi similar a la industrial, pero con la única diferencia que, a parte del casco y las botas de seguridad, es fundamental que se utilicen guantes.
Guantes aislantes: Estos evitan que las personas entren en contacto con las cargas energéticas que abundan en la zona.
Un arnés y varas: Si bien no es parte de la ropa, si puede
considerarse como un accesorio (o accesorios) complementarios a la
misma. Los trabajadores encargados de vigilar las líneas de alta tensión suelen
utilizar varas y arneses para evitar el riesgo de ser electrocutados.
Una vez que hemos determinado el tipo de ropa de trabajo que necesitamos y los
accesorios complementarios a la misma, es importante elegir el uniforme en las
medidas que mejor se ajusten al cuerpo del personal. La ropa de trabajo no
debe ser holgada, ni llevar partes sueltas como descosidas de tela o
rasgaduras.
Tampoco es recomendable que la vestimenta sea
demasiado ajustada, debido a que eso podría resultar sumamente incómodo para la
persona que la porta.
Por último, pero no menos importante, la ropa de trabajo debe
permanecer siempre en las mejores condiciones. Desde su fabricación, la empresa
que la elabora debe utilizar los materiales correctos y todas las medidas
necesarias para asegurar su resistencia y durabilidad. Los empleados, a su vez,
deben inspeccionar constantemente el estado de la ropa, solo así se puede
reducir el riesgo de accidentes laborales que pongan en peligro la vida de los
trabajadores.
En el trabajo, así como en la vida diaria, siempre es mejor prevenir que curar.
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